El cáncer de cérvix se previene con la vacuna del VPH 

   

  • 26 de marzo: Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino 
  • Evitar la promiscuidad reduce el riego de cáncer de cérvix 

  

Se denomina cáncer de cérvix, o cáncer de cuello uterino, al proceso de crecimiento incontrolado de las células del cuello del útero en las mujeres. El cérvix o cuello del útero, es la parte más inferior de la matriz, justo por encima de la vagina. 

Se trata del segundo cáncer más frecuente en mujeres a nivel mundial. Las tasas de incidencia más altas se producen en América Central y del Sur, en el África subsahariana y en el sudeste asiático. 

Esta clase de cáncer tarda mucho tiempo en desarrollarse -más de diez años habitualmente-, por lo que se dispone de un plazo prolongado para detectarlo, tratarlo y curarlo. Sin embargo, este hecho no debe ser motivo para desatender la prevención mediante chequeos médicos y la práctica de un estilo saludable de vida sexual.  

En sus etapas iniciales, el cáncer de cérvix no suele presentar síntomas o presenta síntomas inespecíficos como sangrado genital irregular o intermitente, sangrado tras relaciones sexuales y fujo vaginal maloliente.  

En sus etapas avanzadas puede presentarse dolor en la zona pélvica, sangrado o flujo vaginal anormal, especialmente después de tener relaciones sexuales y dolor durante éstas, así como problemas para orinar, sangre en orina o heces, e inflamación en las piernas.  

Los factores de riesgo para la enfermedad están relacionados con la exposición al virus del papiloma humano (VPH) y consisten principalmente en el inicio de las relaciones sexuales a una edad muy temprana, la promiscuidad y las relaciones sexuales con parejas que realicen prácticas sexuales de alto riesgo.  

La vacunación y los chequeos rutinarios (Papanicolau y Citología), con la frecuencia que recomiende el médico, forman parte esencial de la lucha contra esta enfermedad. La aplicación de medidas sistemáticas y constantes consigue reducir la aparición del cáncer y su mortalidad entre el 70% y el 80%. 

Es importante resaltar que debemos vacunar a niños y niñas a partir de los nueve años para reducir la incidencia de este cáncer. 

Ante cualquier sospecha consulte a su médico. 

Artículo escrito por la doctora Ircania García, Ginecoobstetra, presidenta de Fundación Los Arturitos   

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