Caracas, Venezuela .- La policía venezolana impidió este jueves una marcha de unas 400 enfermeras y médicos -en huelga desde hace mes y medio- hacia el palacio presidencial de Miraflores para exigir mejoras salariales e insumos hospitalarios.
Los trabajadores públicos partieron desde el hospital de niños J. M. de los Ríos, en el centro de Caracas, pero apenas pudieron caminar unos 50 metros pues varios cordones policiales bloquearon el paso.
«No tenemos para comprar carne, pollo ni huevos. Presidente, (Nicolás Maduro), no nos vamos a cansar, hacemos milagros porque no tenemos insumos», dijo a la AFP la enfermera Mónica Aranguren.
La mujer se pegó en la ropa una etiqueta de harina, un envase de mantequilla y una cáscara de huevo, productos que asegura no puede pagar.
Una enfermera gana menos de un dólar a la tasa del mercado negro, marcador que domina la economía. Un médico especialista apenas llega a dos dólares mensuales.
Aranguren denunció que «la mortalidad infantil y neonatal» ha aumentado «por la desnutrición y porque cuando vienen a los hospitales no tenemos cómo atenderlos».
La escasez de insumos y material quirúrgico en los hospitales sobrepasa 90%, según la Federación Médica, mientras que la de medicinas ronda 85% y es casi total en fármacos para enfermedades crónicas como cáncer o VIH.
Venezuela atraviesa una aguda crisis económica, con una inflación proyectada en 1.000.000% para 2018 por el FMI, y escasez de alimentos y medicinas.
Maduro asegura que las sanciones financieras de Estados Unidos han dificultado la importación de medicamentos.
Tras dos horas, un funcionario de la vicepresidencia, Miguel Carvallo, llegó para recibir un documento de los manifestantes.
«¡Señor presidente, a usted lo invitamos, a que viva un mes con el sueldo que ganamos!», corearon los trabajadores, que arrojaron a las botas de los policías billetes de 100 bolívares, que por la hiperinflación perdieron toda capacidad de compra.
Una mujer, que pidió el anonimato, iba al frente de la marcha empujando a su pequeño hijo enfermo de cáncer en una silla de ruedas y denunciando que no consigue los medicamentos que necesita.
«¡Protestar es nuestro derecho!», gritaba una enfermera mientras lloraba por no poder atravesar el cerco.
«Nuestros hospitales se están cayendo por falta de insumos, de recursos, y nuestros sueldos no alcanzan ni siquiera para un producto de la cesta básica; los médicos se están yendo del país», dijo a la AFP la cirujana Luisángela Correa.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alerta sobre la salida del país de unos 22.000 médicos, 33% de los que había en 2014.
Con escudos antimotines y escopetas de bombas lacrimógenas, los policías escuchaban impávidos los gritos de los manifestantes, que se retiraron tras conversar con Carvallo, pero prometieron seguir protestando.
«Seguimos en conflicto, vamos a seguir en la calle», dijo Pablo Zambrano, secretario de la Federación de Trabajadores de la Salud.
Fuente: AFP