Osiris de León dice: «urge llamar a la tranquilidad política»

Alerta que esta situación puede dañar de forma fatal a una creciente y próspera industria turística.

        

Santo Domingo, República Dominicana. El geólogo Osiris de León alerta que cualquier desbordamiento político anormal puede quedar fuera de control, especialmente en medio de la presente ola de calor, y señala que esta situación puede dañar de forma fatal a una creciente y próspera industria turística que actualmente está siendo afectada por una negativa campaña internacional interesada.

De León asegura que cualquier inestabilidad política podría perjudicar a hoteleros nacionales y extranjeros que nada tienen que ver con el escenario político actual, y que nunca participan en la política partidista nacional, pues su único objetivo es brindar servicios hoteleros de primer nivel a los turistas que llegan desde todas partes del mundo. “Está claro que los turistas no van a vacacionar a países que estén en medio de climas políticamente inestables, tanto así que aún estando nuestro país en medio de un clima de paz, a un humorista de la televisión estadounidense se le ocurrió comparar a la República Dominicana con Siria cuando un actor que entrevistaba le dijo que recientemente había estado vacacionando en RD”, añade.

El geólogo se pregunta: ¿Qué pasaría a nivel nacional si algunos políticos se empeñan en crear condiciones caóticas que terminen por dañar nuestra imagen internacional, y de repente se cancelan todas las reservaciones hoteleras y nuestro turismo se va a la quiebra total?¿Quién asumiría las responsabilidades inmediatas? ¿Quién asumiría y pagaría los daños inmediatos?¿Quién compensaría a los hoteleros afectados? ¿Quién emplearía o compensaría a los cientos de miles de trabajadores, transportistas, artistas, y guías turísticos, así como agricultores, ganaderos, panaderos, reposteros y demás suplidores que dependen, junto a sus familias, de nuestra industria turística? personas éstas que en su mayoría nunca han dependido del activismo político, y que en su gran mayoría ni siquiera militan en partido político alguno.

En este sentido, De León se interroga sobre si esta tensión es legítima para poner en peligro la estabilidad y la competitividad de una industria tan importante y tan sensible como la industria turística dominicana. A este respecto añadió que algunos líderes políticos se empeñan en obstaculizar al principal Poder del Estado para que no haga su trabajo de legislar, tarea constitucional que es fundamental, sobre todo cuando en el Poder Legislativo están representados todos los partidos políticos, incluyendo los minoritarios.

Opina que todos los partidos políticos están representados por congresistas que tienen la representatividad de su partido político y la representatividad de su comunidad, y como esos voceros están sobradamente cualificados para exponer internamente, y vehementemente, las opiniones y decisiones de sus partidos, entonces no tiene ninguna lógica exponer externamente en medio de truenos, lo que se puede exponer calmadamente en las salas de sesiones. Estas declaraciones –dice- pueden hacer desbordar la corriente del río y nos pueden afectar a todos por igual, incluidos los propiciadores, proyectando una negativa imagen internacional de que preferimos el desbordamiento caótico de la corriente fluvial, aunque esa corriente fluvial nos lleve a todos hasta el fondo del mar.

Osiris de León termina llamando a la sensatez, a la prudencia y a la necesaria tranquilidad política, ya que el turismo, la agricultura, la ganadería, la industria, la minería, la construcción, las pymes, y los demás sectores productivos de nuestra nación, y que en su gran mayoría no dependen de las cuestiones políticas que hoy están en discusión, no deben verse afectados por escenarios políticos creados intencionalmente, y artificialmente, para desbordar la corriente del río.

Es necesario –añade- que todos los sectores productivos, no políticos, convoquen a todo el liderazgo político, pero a todos por igual, para que caminemos hasta el puente para desde allí tirar al río todas las desavenencias políticas que hoy amenazan con crear desbordamientos descontrolados que pueden afectar la paz, la productividad, y la tranquilidad de toda nuestra sociedad.

Foto: Periódico HOY

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