El alcohol adulterado puede ser un 90% mortal debido a graves efectos

Santo Domingo, República Dominicana.- Agresivos efectos en el or­ganismo, que pueden con­llevar a fallos del sistema nervioso central, el cora­zón, la vista y otros órganos del cuerpo, provoca el me­tanol, sustancia identificada en el brote de intoxicacio­nes alcohólicas iniciado du­rante el feriado de Semana Santa y que hasta ayer ha­bía provocado la muerte de 57 personas y sobre los 115 afectados.

El doctor Elías Tejeda, coordinador del Clúster del Alcohol del Ministerio de Sa­lud Pública, dijo que ese alco­hol adulterado es 90% letal ya que no tiene ningún con­trol de calidad y que en mu­chos casos provoca la muerte en apenas 24 horas después de consumirlo y en algunos casos antes de ese tiempo.

Explicó que el metanol, sustancia altamente tóxi­ca detectada en el alcohol adulterado afecta el sistema nervioso central y provoca fallos en todos los órganos, por lo que la persona que lo consume presenta tem­blores o movimientos invo­luntarios en todo su cuerpo y pérdida de la vista, sínto­mas que van complicándo­se con el paso de las horas.

Recordó que debido a su rápida actuación en el orga­nismo, se recomienda a las personas acudir al centro de salud más cercano ante los primeros síntomas para evi­tar muertes o secuelas inva­lidantes severas en aquellos que sobreviven.

27 hospitales han atendido casos
Los casos se han atendido en por lo menos 27 hospi­tales del país y los afectados van de 10 a más de 60 años.

Entre los lugares don­de se han identificado afec­tados se encuentran San­to Domingo Oeste, Piedra Blanca, el Distrito Nacional, Villa González, Bisonó, San­to Domingo Este, Moca, Li­cey Al Medio, Imbert, Hai­na, Santiago, Esperanza, Santo Domingo Norte, Bo­nao y Los Alcarrizos.

Desde debilidad hasta coma profundo
Los síntomas pueden iniciar en pocas horas hasta tres días después de la ingesta y se desarrolla en tres es­tadios. Primero: debilidad, mareos y náuseas. Tras un período asintomático, apa­rece una segunda fase, ca­racterizada por vómitos, dolor abdominal, desorien­tación y alteraciones Visua­les con fotofobia, visión bo­rrosa, midriasis bilateral no reactiva a la luz y ceguera ocasional.

En la tercera fase, se produ­ce lesión neuronal, con necro­sis retiniana y de los ganglios basales del encéfalo, hipoten­sión, coma profundo, apnea y convulsiones.

Fuente: Listín Diario

Foto: El Nuevo Diario

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